Saludo del Cónsul General

2020/8/4
Cónsul General Sato
     Una flecha de fuego vuela, dibujando un perfecto arco luminoso en la tinta negra del cielo ya oscuro, y desaparece en las llamas del pebetero que ella misma acaba de encender, inaugurando así los Juegos Olímpicos de Barcelona. Fue el 25 de julio de 1992. Estuve yo allí, en el Estadio Olímpico Lluís Companys, observando esa misma flecha sin saber todavía que esa experiencia sería uno de los más gratos recuerdos que la trayectoria profesional como diplomático me ha regalado hasta el día de hoy. Estaba acompañando, como intérprete, a Su Alteza Imperial, el Príncipe Heredero Naruhito del Japón (hoy, Su Majestad el Emperador).
 
     Justo 28 años después, de nuevo, estoy en esta Ciudad de Barcelona como Cónsul General del Japón en un momento muy especial en que Tokio, mi ciudad natal, se prepara para los Juegos Olímpicos por segunda vez, aunque postergados para el año que viene por la situación surgida debido a la expansión del nuevo coronavirus. No quiero exagerar, pero esto me hace sentir, como si existiera un enlace mágico o casi divino entre esta bella ciudad y yo, que estaba destinado ya a venir aquí y ahora.
 
     Mi función aquí es fomentar aún más los lazos existentes entre “Catalunya, Comunitat Valenciana y las Illes Balears” y el Japón, que son nuestro tesoro. Estos lazos culturales, artísticos, económicos, etc., no deben verse alterados ni por el coronavirus ni por ninguna coyuntura, y para ello, con ánimo los mantendremos y los desarrollaremos de forma duradera. Y ojalá pueda compartir las ideas y los objetivos con muchos de ustedes.
 
                                               
SATO Yasushi       
Cónsul General del Japón
en Barcelona