Relaciones entre Cataluña y Japón - Breve historia


El primer encuentro entre Japón y Cataluña en la historia aparece en el siglo XVI, cuando una delegación de cuatro jóvenes cristianos japoneses, llamada "Tensho Ken-oh Shisetsu dan", visitó la ciudad de Barcelona y el monasterio de Monserrat para entrevistarse con el entonces monarca español Felipe II y el pontífice vaticano. En el año 1615, llegó a Cataluña otra delegación llamada "Keichou Ken-oh Shisetsu dan", encabezada por Tsunenaga Hasekura.

España, en aquel tiempo, era uno de los países más prósperos y potentes del mundo, gracias a las riquezas provenientes del Nuevo Mundo. Se sabe que Ieyasu Tokugawa, el primer shogun del shogunato Edo (siglos XVII-XIX), tuvo interés en establecer relaciones con España. De hecho, una de las misiones otorgadas a Tsunenaga Hasekura fue entregar una carta, al rey español Felipe III, de petición de apertura de relaciones comerciales con Nueva España (México). La relación entre Japón y Cataluña, en cambio, no experimentó un progreso significativo debido a que Cataluña no participó de forma destacada en las relaciones comerciales con el nuevo continente.

La política de aislamiento nacional aplicada por el shogunato nipón, que comenzó a principios del siglo XVII, acrecentó inevitablemente la distancia entre Japón y España, incluida Cataluña.

Dos siglos después, en 1868, Japón y España recuperaron las relaciones bilaterales mediante la firma de un tratado de amistad y comercio. La primera legación diplomática japonesa se estableció en Madrid en 1900. A pesar de ello, la relación entre Japón y España, incluida Cataluña, no profundizó significativamente, a causa de la decadencia del Estado español, claramente manifiesta con la derrota española en la guerra de Cuba en el año 1898 y la pérdida de su última colonia extranjera.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se acentuó la relación política entre Japón y España, que fue representante oficial de los intereses japoneses en EE. UU.  durante el conflicto. Por otra parte, la relación entre Japón y Cataluña fue muy escasa durante el franquismo.

Con estos antecedentes históricos, podemos decir que fue en los años 1970 y 1980 cuando se desarrollaron realmente las relaciones bilaterales entre Japón y Cataluña, cuando las empresas japonesas comenzaron a establecer sus sedes europeas en Cataluña. Dicho progreso en las relaciones económicas entre Japón y Cataluña hizo oportuna la apertura del Consulado General del Japón en Barcelona en 1987.

Hoy en día, la relación entre Japón y Cataluña está consolidada no solamente por un vínculo económico fuerte sino también por intereses sociales y culturales bilaterales. Prueba de ello es el hecho de que Cataluña recibe más de 200 mil turistas japoneses al año y el creciente interés en Catalunya por diferentes ámbitos de la cultura japonesa; no solamente por los tradicionales sino también por manifestaciones más populares como el manga, las películas, etc.

Teniendo en cuenta esta tendencia, esperamos que el desarrollo de nuestras relaciones bilaterales mejoren aún más y se robustezcan con el tiempo.